Hoy hablamos con Carmen Santaella, periodista de moda y creadora de contenido. Esta joven
granadina afincada en Madrid, combina su trabajo de periodista de moda como freelancer en Elle y Cosmopolitan, con su faceta de creadora de contenido en Instagram y Tiktok, red social última en la que cuenta con más de 128.000 seguidores. Hoy nos sentamos con ella a tomarnos un café digital y hablar de cómo logra combinar ambos trabajos, y qué consejos le daría a alguien que quiere adentrarse en el mundillo.
Hoy en día el mundo de las comunicaciones tradicionales y el de la creación de contenido están cada vez más cerca que nunca, con los medios de toda la vida intentando hacerse un hueco en redes. Como parte de ambos círculos, ¿cuales dirías que son las grandes diferencias entre ambas industrias? ¿y cómo consigues compaginar ambas facetas?
Siempre he dicho que la diferencia entre una periodista de moda y una 'influencer' es que la primera ha recibido una formación específica y, por lo tanto, está más cualificada para ofrecer contenido de valor. Sin embargo, y como parte de ambos círculos como tú bien dices, me gusta compaginar ambas facetas de modo que la gente pueda poner cara al periodismo de moda y belleza en España, al menos desde mi perspectiva. Y eso me hace muy feliz. En cuanto a lo de compaginar ambas, me resulta sencillo porque en ambas plataformas hablo de lo mismo, solo que en una de ellas lo hago por vía escrita y, por otra, por vía oral y más gráfica.
"A todo aquel que quiera dedicarse a la prensa especializada de moda y belleza le diría que nunca deje de formarse, que encuentre su hueco y lo explote, que muestre lo mucho que quiere seguir aprendiendo y que establezca relaciones de calidad"
Ya sabes que hoy en día es muy complicado encontrar puestos de comunicaciones remunerados y con sueldos dignos. ¿Cómo fueron tus inicios en comunicaciones de moda?
Como el de todos, pésimo. De hecho, mis segundas prácticas fueron sin remunerar. Sin embargo, lo volvería a hacer una y mil veces porque al final es donde aprendí todo. Ahora ya formada y con experiencia, me indigna muchísimo que los sueldos sean tan bajos y las condiciones tan precarias. Es por eso que prefiero ser autónoma, gestionar mis propias colaboraciones, establecer mis propias tarifas y, en definitiva, ser mi propia jefa.
¿Qué consejos le darías a alguien interesado en entrar en este mundillo? ¿Qué le recomendarías hacer a alguien recién graduado que no tiene experiencia ni sabe por dónde empezar?
A todo aquel que quiera dedicarse a la prensa especializada de moda y belleza le diría que nunca deje de formarse, que encuentre su hueco y lo explote, que muestre lo mucho que quiere seguir aprendiendo y que establezca relaciones de calidad. A los recién graduados, más de lo mismo. No vale con tener el grado en periodismo, hay que especializarse. Si han terminado, que busquen másters y cursos para subespecializarse en el nicho que más les apasione.
No es fácil hacerse un hueco como creadora de contenido, ¿cómo consigues desmarcarte de las demás y llegar a conectar con tu público?
No tengo ningún secreto para esto y, de hecho, me consta que hay compis que lo hacen mucho mejor y que me dan mil vueltas. Sin embargo, la comunidad preciosa que tengo la he obtenido siendo yo misma. Suena muy típico pero es la realidad. Me he mostrado en todo momento tal y como soy. Siempre digo que cuando me pongo delante de la cámara me imagino que estoy hablando con mi hermana o mi mejor amiga.
¿Cómo ves la industria de la comunicación en España en la actualidad? ¿Y cómo la ves evolucionando en los próximos años?
Está claro que estamos siendo testigos de un proceso revolucionario en términos de comunicación. Cada vez surgen nuevas herramientas y estrategias a las que no tendremos más remedio que adaptarnos. Al mismo tiempo, la generación Z está en el foco de la comunicación ahora mismo y en el punto de mira de grandes empresas, por lo que también esta tendrá mucho que determinar a partir de ahora. Esperaremos impacientes a ver cómo evoluciona.
Nos encantaría terminar la entrevista con una anécdota que te guste contar, ¡puede ser cualquier cosa! Desde alguna experiencia curiosa como periodista de moda hasta alguna interacción que recuerdes especialmente con alguno de los seguidores de tu contenido.
Cuando me preguntan por alguna anécdota sobre mi trabajo, siempre se me viene a la cabeza una algo espantosa y que, años después, no se volvería a repetir. Hace tiempo, cuando trabajaba en otra cabecera, escribí un artículo que no gustó nada a una importantísima celebrity. Esta mandó a su jefe de prensa a llamarme para que lo borrara de inmediato. Yo, en el fondo de mi corazón, sabía perfectamente que no tenía ninguna obligación de borrar absolutamente nada y, sin embargo, lo hice por evitar malas relaciones entre la famosilla de turno y la revista. Hasta ahí puedo leer :)